Part 6. Final

No se oía ningún sonido en ninguna ala de la casa, y en el exterior, se escuchaba el canto de los grillos que parecían anunciar mí perdición. Los segundos pasaron como puñaladas en la espalda. Arrastré el pie pero se me adhería con algo pegajoso, una lágrima cayó en mi mejilla al imaginar que era. No tenía valor para gritar, me costaba suficiente poder respirar seguido. Pude agarrar el móvil de encima del escritorio, lo encendí y descu-brí que me encontraba solo en la habitación, el cuerpo de mi madre había desaparecido, pero había dejado un charco rojo en el suelo; esta vez fueron más las lágrimas que se precipitaron por mi rostro. Pensé en correr hacia el exterior y alejarme lo máximo posible de la casa, así cada eterno minuto que pasara desplazándome no sería una tortura. La luz que desprendía el móvil era verde infrarroja, lo que me inquietaba más aún. Decidí seguir mi razonamiento, y en cuanto mi cuerpo reaccionó, empecé a correr hacia las escaleras. Había llegado a la puerta, pero fue un fracaso, estaba cerrada. Me cubrí los ojos con las manos. Apoyado en la puerta, la obscuridad y el vacío se apoderaban del mí, pero algo ocurrió al margen de lo sucedido hasta en-tonces: al apartar las manos y al abrir los ojos de nuevo, observé un círculo iluminado dando vueltas como un perro intentándose atrapar la cola con los dientes.